Para obtener los mejores beneficios en la atención de salud se requiere de una práctica asistencial segura, efectiva y eficiente y -por sobre todo- concordante con las necesidades de las personas.
Requisito esencial para una buena gestión clínica es contar con equipos multidisciplinarios comprometidos y dispuestos para trabajar conjuntamente, compartiendo sus conocimientos y procurando que su foco sea siempre el bienestar de sus pacientes.