Se trata de un trastorno que se produce cuando la membrana mucosa de la nariz se inflama y provoca una serie de síntomas como secreción y congestión nasal, estornudos, falta de olfato y dolor de cabeza por rinitis. Esto puede afectar tanto a adultos como a niños.
Dependiendo de su duración, la rinitis se puede clasificar en dos tipos:
Es cuando la afección tiene una duración reducida de algunos días o semanas.
La duración de este trastorno dura varios meses y va evolucionando con el tiempo.
Por otra parte, en relación con su causa de origen, la rinitis se puede dividir en:
El resfrío común es un tipo de rinitis viral, por lo que suele ser inofensiva y los síntomas desaparecen al poco tiempo.
También denominada como Fiebre de Heno, este tipo de rinitis se manifiesta en el organismo tras la reacción del sistema inmunitario a un factor ambiental desencadenante como los ácaros del polvo, el polen, el pelaje de ciertos animales y el moho.
Cuando una persona presenta rinitis alérgica los síntomas pueden incluir:
Se denomina rinitis no alérgica una vez que el especialista descarta el resfrío o la alergia como causante de los síntomas. Si bien se desconoce la causa de su origen, algunos desencadenantes pueden ser determinados olores, cambios hormonales, cambios en el clima, así como también ciertos medicamentos y alimentos.
Algunos síntomas que afectan a una persona con rinitis no alérgica pueden ser:
Corresponde a una enfermedad crónica que ocurre cuando los cornetes inferiores, cuya labor es humedecer y filtrar el aire que pasa por la nariz, se reducen provocando una inflamación en la mucosa nasal debido al paso del aire.
Las personas que sufren de rinitis atrófica pueden manifestar síntomas como:
En nuestra Unidad de Otorrinolaringología contamos con profesionales capaces de diagnosticar este trastorno que afecta la mucosa nasal a través de análisis de sangre, pruebas cutáneas y estudios basados en los antecedentes de los síntomas de cada paciente. Reserva tu hora con nosotros.